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Una noche de zarzuela inolvidable en el Gran Casino de Santander
Por Esther Casabó
Publicado en 13/07/2025 15:01 • Actualizado 13/07/2025 15:02
Música

La zarzuela volvió a emocionar en Santander en una velada única que difícilmente podrá olvidarse. Anoche, viernes 11 de julio, el majestuoso Gran Casino de Santander acogió por primera vez la segunda edición de la Gala de Zarzuela Living Symphony, organizada con exquisito gusto por Living Cantabria. Una noche donde el arte, la música y la elegancia se dieron cita para crear una experiencia sensorial inolvidable.

Esta segunda gala dio un paso adelante respecto a la edición anterior, destacando especialmente por una puesta en escena más elaborada y una ambientación aún más envolvente. Bajo la dirección musical de la brillante Alicia Moreno al piano, el público disfrutó de un elenco vocal de primer nivel, con intérpretes que brillaron por igual en lo artístico y lo expresivo:
· Natalia Salom, soprano
· Antoni Lliteres, tenor
· Inma Hidalgo, soprano
· Rodrigo Álvarez, barítono

Tanto Natalia Salom como Antoni Lliteres, presentes ya en la primera edición, reafirmaron anoche su compromiso y conexión con este proyecto. Su regreso fue recibido con entusiasmo, y sus interpretaciones demostraron no solo virtuosismo, sino también una maestría y profundidad que emocionaron al público. Ambos se consolidaron como pilares del espíritu Living Symphony, aportando brillo, experiencia y una entrega impecable en cada número.

Rodrigo Álvarez, en su primera participación, cautivó con una voz poderosa, fuerza escénica y gran sensibilidad, mientras que Inma Hidalgo destacó por su técnica pulida y una expresividad desbordante que conectó con el público desde la primera nota.

Repertorio variado

El repertorio fue un viaje por las joyas más queridas del género: desde las notas juguetonas de El barberillo de Lavapiés hasta la intensidad de No puede ser, pasando por el lirismo de Marina, el gracejo de La Revoltosa y la fuerza emocional de El Gato Montés. La selección equilibró a la perfección momentos de ternura, dramatismo y alegría. La gala culminó por todo lo alto con una interpretación vibrante de “La mazurka de las sombrillas” de Luisa Fernanda, que puso en pie al público con su energía contagiosa y su elegante coreografía vocal.

Un final brillante y festivo, a la altura de una noche para el recuerdo. La participación de la Asociación de Recreación Histórica del Norte, junto a miembros invitados de otras asociaciones de recreación, con sus trajes de época, fue otro de los grandes aciertos. Su presencia en la sala del Gran Casino ayudó a crear una atmósfera envolvente y teatral que enriqueció aún más la experiencia.

El broche social lo puso un selecto vino español, que permitió prolongar la velada en un ambiente cálido y distendido, entre conversaciones, brindis y aplausos que aún resonaban. Y como si el cielo también se sumara a la emoción, una intensa tormenta eléctrica iluminó la noche santanderina.

Truenos, relámpagos y zarzuela: una combinación inesperada que hizo aún más mágica la experiencia. Hasta el tiempo enloqueció, contagiado por el arte y la intensidad que se vivieron sobre las escaleras de la sala del Gran Casino.

Esta segunda edición de Living Symphony no solo reafirma el auge de la zarzuela entre el público cántabro, sino que consolida un proyecto cultural de altísimo nivel, con alma, visión y talento. Una gala que no solo sonó, sino que vibró. Y Santander, una vez más, respondió con ovaciones, emoción… y ganas de más.

 

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